En el cuarto de Cyrille

Lamió su sexo de abajo hacia arriba y siguió hasta su abdomen y subió hasta su boca.

Puso la hinchada punta de su duro miembro en su clítoris y apretaba un poco para darle placer.

-¿Sabes que quiero...?- le susurró jadeando.

- ¿Qué... quieres...?

Sentía que su cuerpo cosquilleaba completamente. Tenía demasiadas ansias. Gimió al sentir como apretaba en su clítoris. Le encantaba eso. Ronroneó, esperando su respuesta.

Dejó de apretar y sonrió de medio lado, sonrojado. Se quitó de encima de ella y se puso a su lado.

-Quiero dormir...- se le escapó una carcajada y cerró los ojos y roncó falsamente.

Lo miró y luego se acurrucó contra él.

- Vale, dormiremos

Se dió la vuelta y se puso sobre ella, frotando sus pechos.

-Se suponía que tenías que rogarme...- le ronroneó al oído y le chupó el lóbulo de la oreja, mientras puso su mano en la entrepierna de Katty y la acarició suavemente.

Dejó escapar un jadeo. Y luego gimió con fuerzas al sentir que tocaba en su entrepierna. Lo miraba con la mirada opacada, jadeando.

- No soy... de las que ruegan...

-Pues a mi...me encanta que me rueguen...- le dijo Cyrille susurrándole al oído.

Estaba desarmado...con la respiración entrecortada, el pulso acelerado, caluroso, sudado...tenía muchas cosas en este momento que le hacían sentir demasiado bien.

Cogió las manos de Katty y se las puse en su espalda. Le metió la lengua en la oreja y comenzó a jugar.

Sintió sus propias manos en su espalda. Demonios, no podía moverse. Jadeó con fuerza al sentir que lamía su oreja, acabando por gemir. Sentía su corazón completamente acelerado.

- Por favor... deja de torturarme, Cyrille...

Gimió con fuerza. No podía resistirse.

- Yo tambien... Cyrille...

Cyrille quería dejarla deseando más mucho más tiempo.

Pero no podía resistirse.

Le mordió la oreja para que le doliera y se distrajera.

La penetró por completo.

Lanzó un gemido ahogado.

Sintió la mordida en la oreja, pero en vez de dolerle, le excitó aún más. Luego sintió que la penetraba. Gimió con fuerza, clavando las uñas en los hombros de él. Arqueó la espalda, acercándose más a él.

La metí todo lo que pude hasta topar con un límite.

La besé cerrando los ojos por el placer.

-¿Estás bien?-

Jadeó, asintiendo con la cabeza.

- Estoy bien

Cyrille comenzó a embestir con fuerza y lentamente.

Jugaba con su lengua en el cuello de Katty.

Cogió sus muslos y la atrajo hacia él para hacer la penetración más dura.

Las lamidas en su cuello la desquiciaban. Gemía con fuerza ante cada nueva penetración. Lo sentía por completo dentro de ella. Gruñó, abrazándose a su cuello y besándole. Le mordía el labio inferior con fuerza, besándolo apasionadamente.

-Aw! Qué rico se siente...- le gimió al oído mientras se la metía más rápido.

La atrajo a su cuerpo y la puso encima de él mientras acariciaba sus caderas con suavidad.

Gimió fuerte. El gemido de él hacía que sintiese que se quemaba. Le gustaba. Jadeó al sentirse ahora encima de él. Siseó ante las caricias en su cintura. Comenzó a acariciarle el pecho y el abdómen. Ronronéo, acercándose a él y lamiendole el cuello, dejando algunas pequeñas mordidas.

Siguió penetrandola fuertemente.

El bote de sus pechos le excitaba. No pudo resistir llevárselos a la boca.

Gimió con fuerza al sentir que lamía sus pechos. Clavaba las uñas en los hombros de él, tirandole del cabello cada tanto. Seguía lamiendo y mordiendo el cuello de él. Quería que gimiera con fuerzas.

Aceleré el ritmo, metiéndosela más rápido y profundo.

La atraje hasta mi pecho y me frotaba contra sus endurecidos pezones. Me acerqué y le gemí al oído desesperado entre ronroneos. Estaba a punto de acabar.

Sentía que acabaría pronto. El ritmo se había acelerado. Ahora era demasiado rápido. Y profundo. Gemía con fuerza, sintiendo como su pecho se restregaba contra el de él. Sus gemidos despertaban un constante cosquilleo en su cuerpo. Comenzó a gemir igual de fuerte que él.

Mi voz se entrecortó y apreté a Katty con fuerza. Me corrí dentro de ella. Respiraba con dificultad entre jadeos en su oreja.

-Te amo!- grité en mitad del orgasmo.

Al sentir que la apretaba más contra él y que acababa, ella también acabó. Gritó con fuerza al hacerlo, sintiendose completamente extasiada. Jadeaba, al igual que él, intentando tomar bocanadas de aire para saciar los pulmones. Estaba completamente sonrojada. Miró a Cyrille, sonriendole. Se acercó a él y le besó despacio en los labios.

- Te amo...

La puso a su lado y la abrazó por la espalda.

-¿Me lo dices por el dinero o los regalos...?- la besé en la mejilla y me sequé el sudor del pecho.