En el cuarto de Cyrille

Arqueaba aún más la espalda. Era demasiado. Sentía que estallaría en cualquier momento. No podía dejar de jadear y gemir.

- Por favor, Cyrille...

Paró de lamer su lindo brote mientras seguía masajeandolo con los dedos.

-¿Quieres que pare...?- le dijo Cyrille con una voz bastante sexy.

Asintió levemente con la cabeza.

Si. Estaba excitada a mas no poder. Eso le gustó demasiado a Cyrille. Iba a acabar esto.

Metío dos dedos dentro de Katty y los sacaba y metia con fuerza. Fue a su boca y besaba sus labios.

Gemía con demasiada fuerza, llegando casi a los gritos. Intentaba corresponderle los besos a Cyrille pero solo lograba gemir más y más ante cada nueva penetración de sus dedos. Gruñó bajo, arqueando la espalda. Sentía que acabaría en cualquier momento.

Katty no se dejaba besar. Así que Cyrille comenzó a apretar sus pezones con los labios.

Los dedos de Cyrille estaban humedos y ansiosos. La penetraba fuerte, casi violentamente.

Gemía con más y más fuerza. Acabaría en cualquier momento. Y Cyrille no tenía compasión con ella. Parecía que solo quería que acabara. Un castigo justo, ¿no? Sentía como apretaba sus pezones. No podía soportarlo más...

Lamío entre sus pechos y acabo en su boca.

-Te gusta que te castiguen cierto...?- Cyrille susurró entre los labios de Katty.

Se acercó a su oído a gemir para que ella acabara pronto.

Los dos dedos que tenía dentro de Katty se abrieron con fuerza separando sus labios. Luego siguió metiéndolos con brío.

No soportaría más. No podía hacerlo. Las lamidas y la forma en que metía sus dedos una y otra vez. Gimió con fuerza, terminando en un grito de placer, mientras arqueaba la espalda. Se dejó caer en la cama, jadeante, aún sintiendo los pequeños estragos del orgasmo recién obtenido.

Le quitó las esposas y luego sobó sus muñecas.

-Crees que te has librado...?- le susurró al oído.

Aún jadeaba y se sentía algo cansada. Demonios, para la proxima debes recordar no tomar su pote de dulce, Katherine. Clavó su mirada en él, algo curiosa.

Katty lo había metido en esto. Había creado algo asi como un monstruo...un vicioso...Nada era suficiente para él. Quería tener ese sentimiento...una y otra vez...

-Te amo, Katty...-

Sonrió de medio lado, con un gesto algo cansado.

- Y yo a ti, Cyrille...

-Voy a la ducha...- le indicó el camino. -Vienes...?- le mordío la oreja.

Se miró a sí misma. Sudada, cubierta de dulce y saliva. Se rió, asintiendo con la cabeza, mientras se ponía de pie y comenzaba a seguir a Cyrille a la ducha.

Se metió a la ducha caliente y su piel vibrante de sexo le jugó una mala pasada. Sentía las gotas en su cuerpo y era como miles de lenguas sobre su piel. Cerró los ojos e intentó calmarse. Ayudó a Katty a meterse y comenzó a frotarle la espalda.

Ya dentro de la ducha, sintió que el agua caliente ayudaba a relajarse. Le gustaba como se sentía contra el contraste de su piel. Suspiró, sintiendo que Cyrille tallaba su espalda. Lo miró por sobre su hombro y le sonrió.

Sacó un bote de champoo para lavarse el cabellos. Estaba frío.

Chorreó un poco por la espalda de Katty y soltó una carcajada.

Arqueó un poco la espalda al sentir algo frío correr por ésta. Shampoo seguramente. Suspiró, colocándose aún más bajo la lluvia de la ducha, alejándose un poco de Cyrille.

Estaba distante. Más de lo usual.

-¿Te enfadaste...?-

Giró levemente el rostro, mirándole. Le sonrió de medio lado.

- Claro que no...

Abrazó a Katty. Cyrille no recordaba que su miembro estaba duro pero de todas maneras la abrazó. Se dió cuenta que punteó la barriga de Katty con su miembro.

Se dió media vuelta y se sonrojó de la verguenza. Comenzó a enjabonarse el cuerpo para disimular.

Al ver que le daba la espalda, se abrazó a su cintura, apoyando el pecho en su espalda y la cabeza en su hombro, mirándole. Le sonrió de medio lado, dando un pequeño soplido.

- ¿Qué te sucede?

Me puse recto y mi piel se erizó. Estaba sin articulaciones y mis ojos estaban abiertos como platos. Quité las manos de mi pecho a Katty.

-N-na-nada...es que...m-me gusta b-bañarme t-tranquilo...- tragué saliva sin darme la vuelta.

Sonrió de medio lado, bajando la mirada y quitando las manos del pecho de Cyrille. Comenzó a salir de la ducha.

- Vale