Gran Órgano

- De acuerdo. - dijo, y lo siguió.


Off: Abres tema, ok? :3

Volví al órgano enfadado.

Me senté a tocar la Heroica. Pensaba en esos dos sujetos y en las ganas que tenía de desviscerarlos.

Escuchó la música proveniente de la Iglesia. Paseando por las calles de la ciudad, sin nada entretenido, se acercó. Abriendo la puerta, entró. Cyrille estaba en el órgano, tocando una melodía bella. Se veía molesto. Se sentó a escuchar.

No se percató que Katty estaba ahí. Alzó la mirada y gritó.

-Maldito amor!-

Se sobresaltó, temblando levemente. ¡Maldito amor! Cerró los ojos, suspirando. Ella le había hecho odiar al amor. Ella tenía la culpa. Ella... era una porquería. Se puso de pie, y comenzó a caminar hacia la puerta. Debía irse antes de que la viera.

La vió.

No sabía si detenerla o dejarla ir.

-KATTY!- le gritó desesperado.

Apoyó una mano sobre la enorme puerta de la Iglesia y se detuvo. La llamaba. Pero no quería darse vuelta. No despues de haberlo oído. ¡Ella le estaba arruinando la vida, maldita sea! Cerró los ojos con fuerza y apretó los dientes. Esperó, inmovil.

Se paró a medio camino.

-Por favor...sólo dime...que no me quieres...- a Cyrille se le rompió la voz.

- No me gustan las mentiras...

Empujó la puerta, abriéndola.

Se acercó y la cogió de la mano.

-Díme que no me quieres...-

Lo miró, bajando la mirada rápidamente.

- No me gusta mentir, Cyrille...

Se acercó lentamente a ella.

Para Cyrille, el tiempo se había detenido.

Acerco su boca a los labios de Katty y los rozó con pasión reprimida.

-Pues entonces...dime toda la verdad...- le dijo susurrando en su boca.

Lo miró a los ojos.

- Te amo... Una parte de mi te ama...

Se acercó y le besó los labios. Lo rozó con delicadeza, esperando que él profundizara.

Cyrille soltó una carcajada.

La besó con ganas. Jugueteaba con su lengua en la boca de Katty.

Esas palabras estremecieron a Cyrille...para siempre...

Comenzó a juguetear con su propia lengua contra la de Cyrille. Cerró los ojos, entrelazando las manos en el cuello de él. Esperaba una señal de detenerse o de seguir.

-Me descontrolas...- susurré.

Era su primer beso con lengua. Se sonrojó. Quería saber si le gustaba.

Seguía besándola mientras le acariciaba la espalda.

Me descontrolas. Ronroneó entre el beso, mientras sentía las caricias en su espalda. Le gustaba. Se apegó un poco más a él, profundizando un poco el beso.

Cyrille comenzó a bajar su mano por la espalda...acarició su perfecto trasero y bajó la mano y agarró su muslo con firmeza atrayéndola hacia él.

Besaba su cuello y lo soplaba.

-Sigo pensando que estás dulce...- le gruñía Cyrille.

Rió levemente. Dulce. Él tambien era dulce. Se acercó más a él al ver que le apretaba el trasero. Jadeó, sintiendo los besos en su cuello y las leves soplidas. Sentía que le gustaba. Y que no le importaba donde estaba. Solo le importaba Cyrille.

Estaba completamente eufórico.

La empujó hasta la pared y apretó su cuerpo con el suyo.

Proliferó un gemido ahogado. Se sonrojó al darse cuenta de ello.

Le mordió un labio con suavidad y luego la besó alocadamente metiendo su húmeda lengua hasta no poder más.

-Qué bien se siente...-

Al sentir que empujaba su cuerpo contra el de ella, jadeó. Sintió que le mordía, para luego besarle eufóricamente. Le correspondía, con la misma euforia.

Se sentía demasiado acelerado.

Estaba tan eufórico que le arrancó la blusa de un tirón.

Apretó su pelvis contra la de ella mientras acariciaba lentamente sus caderas.

Besaba su humeda y cálida lengu...desesperadamente...la quería toda.

La empujó más contra la pared.

-Te deseo...-

Se sintió sin blusa. Y aunque estaban en una iglesia, no le interesó. Comenzó a sacarle la blusa a él, dejandole el torso desnudo. Sentía su pelvis apretada contra la de él. Y se sentía bien. Siseaba entre dientes al sentir las caricias en su cadera. Lo besaba con fuerza, desesperada. ¿Qué demonios le sucedía?

Sintió como algo se endurecía más abajo de su ombligo.

Lo apretó contra ella. A Cyrille le gusto cómo se sentía. Le dió un mordisquito en el labio.

Se separó de ella lentamente...provocándola...

-Creo que ya no quiero hacer nada más...- ronroneó enseñando los colmillos en una sonrisa pícara.

Sentía eso endurecido. Cyrille estaba muy excitado. Lo notaba. Aún más cuando lo apretaba contra ella. Siseó al sentirlo, para luego jadear al ver que le mordía el labio. Éste sangró un poco. Iba a besarlo ferozmente, cuando se separó de ella. Creo que ya no quiero hacer nada más... Lo miró, jadeando. Luego se acercó y lo apretó contra él, lamiendole el mentón, los labios y el cuello.