Intentando relajarme.

Se mordió el labio inferior.

- No puedo prometer eso...

- Nero... - comenzó. - Soy una persona bipolar, con complejo de vampiro, psicópata y misántropa, no me puedes cambiar...

- No sé si me entiendes... - suspiró cansada, y lo tomó de la mano. - Me gusta asesinar personas, me gusta perfeccionar su rostro, me gusta tomar su sangre...

Noto su mano en la de ella. Esa sensación..se sentía bien, agusto.

- Entonces...matame pues. - dijo dejando ver una amplia sonría en su cara.

Tragó saliva. Por primera vez en su vida, la idea de matar le parecía escalofriante.

- No. - murmuró secamente.

Ese era un punto. Pero como ya había pensando antes, sentía por una vez, que sería algo... horrible hacerle eso a él.

- Pues sí. Soy contradictoria. - respondió.

- Creo, Nero, que no me encuentro en la obligación de responderte. - sonrió.

-Ah, ¿no? - pensó por un momento. Sería divertido. La agarró sus dos manos, con delicadeza.

Miró a sus manos, y su caracter usual volvió en ella. Se soltó de las manos. No le gustaba que la tocaran.

- Pues no. - le respondió.

No funcionó..Probaré otra cosa pensó para sí. Suspiró varias veces y después la agarro de nuevo de las manos y la tumbó en la hierba, seguidamente se puso encima de ella, poniendo las manos de ella en el suelo, impidiendola escapar.

- ¿Y ahora?

No, no... Contacto físico. No. Por un lado, odiaba el contacto fisico, odiaba a las personas en sí; y por otro, en el fondo --muy en el fondo-- le gustaba.

- ¡Suéltame! - dijo, intentando escapar.

- Dímelo pues..sino...- se acercó un poco a sus labios.

Quería sacar su daga, pero las manos las tenía arriba, y no podía. ¿Cómo escapar? No, esa no era la pregunta. ¿Cómo podía haber bajado tanto la guardia? Eso nunca le pasaba en la Zona Roja... Tsk. Ya parecía muy extraño que alguien se "preocupara" tanto por ella. Hombres... todos son iguales.

Levantó la pierna derecha y le metió un rodillazo en la entrepierna.

Intento soportar el dolor, mordiendose el labio, cayó una gota de sangre sobre ella.

- Tsk..Yo solo quería.. - se quedó callado, mirandola.

La gota de sangre cayó sobre ella y sobre sus labios, y se relamió, para poder probar la sangre. Cerró los ojos. Dios... si de por sí el sabor salado & de óxido que tenía la sangre le gustaba, esta tenía un sabr especial, algo que no había probado antes.

Y le gustaba.

- ¿Q-qué querías? - preguntó, intentando amnteenr la apreciencia dura.

Tragó saliva.

- Mis sentimientos....hacia a ti.

Abrió los ojos sorprendida.

- ¿Eh?... - preguntó. Seguro habría oído mal.

- Qué...Yo... - tragó saliva y cerró los ojos. - Te amo.

Abrió los ojos inmesurablemente.

- ¿Qué? - le dijo.

Estaba completamente anonada.

- P-pero... recién me conoces y... y... ¡mírame! Soy una psicópata, una misántropa, y tengo un complejo de vampiro... soy una asesina...