- Vale, ven, te acompañaré a tu cuarto
Le sonrió, tomándole de la mano y colocandose de pie. No le gustaba que Kyo comenzara a marearse. Sabía que su misantropía iba más allá que la de ella. Comenzó a caminar hacia la salida de la cocina. Le miro, con una sonrisa.
- Te leeré tu libro de psicología, ¿quieres?