Curando a Nero~

La agarro del brazo.

- Por una bolsa no pasa nada..No se burlará nadie.

- ¡¿Una bolsa entera?! - preguntó, como si fuera la mayor atrocidad del mundo.

Tragó saliva. Acercó su mano a la bolsa & sacó una y se la puso contra los labios, aún sin comerla.

Se acercó a su boca y agarro la patata también, con los dientes, la partió en dos y se comió la mitad.

- ¿Lo ves? No pasa nada. Están ricas

- Grasa... - volvió a murmurar. Antes de que le diera otro desmayo, prefirió comerla. La mordió, y se la tragó con una mueca de disgusto.

Vio la mueca y ni se inmutó, la dio otra patata.


- Come, por favor.

Lo miró y asintió, frustrada. Comió la otra patata. Le quitó la bolsa y se las comió todas rápidamente, sin pensarlo mucho.

Después vomitaría, claro.

- Ains...Bien..¿Mejor? - dijo abrazándola.

- Sí, pero... Voy a enjuagarme la boca. - le dijo, sonriendo y se metió al baño de la enfermería. Cerró la puerta tras ella, y comenzó a vomitar toda la bolsa de patatas en el water.

Nero esperó sentado en la camilla.

Terminó y se lavó la cara & la boca, limpiando todo posible residuo. Salió, sonriendo, y se sentó a su lado.

Cerró los ojos.

- ¿Has vomitado, no?

- Claro que no, cómo se te ocurre... - respondió de lo más natural.

- Te digo la verdad... - sonrió. - Me fui a enjuagar la boca... - y el estómago...

- Mentir es malo. Ains..Pero te creo. Toma anda. - Nero cogió una manzana y se la dio a Cassandra.

- ¿De dónde sacas tanta comida? - preguntó. - De todas formas, ya estoy llena, pero muchas gracias. - sonrió.

- ¿Dora-qué...? Y no, ya te dije que estoy llena... ¿Sabes? Mejor dámela, y me la como después, ¿vale?

- Que mas da el nombre. Te la comerás..hoy, no ahora, pero luego si, ¿eh? - la dio la manzana.

- Claro... - que no... Sonrió & tomó la manzana.

- No deberías de desocnfiar de mí. - le sonrió. - ¿Por qué habría de mentirte? Total... Es sólo una manzana. - dijo, y comenzó a jugar con ella, alzándola al aire, & volviéndola a atrapar. De repente, de casualidad, la manzana se cayó por la ventana. - Ups... qué mala suerte. - murmuró.

Nero sabía que lo había hecho aposta. Fingio que no sabia nada.

- Oh, vaya, no te preocupes. Tengo más. - sonrió.